La mayoría de nosotros no somos médicos, ¿Cómo se supone que sanemos a alguien?
La verdad es que los médicos no sanan a nadie. Los cuerpos enfermos se sanan a sí mismos cuando se les da la medicina, hierba o consejo correctos. Sin un niño viene a usted con un terrible dolor de estómago y una barra de chocolate a medio terminar en su mano, ¿qué hace usted? Por supuesto, le quita esa golosina. Luego el niño se siente mejor.
¿Lo sanó usted? Sí y no. Como siempre, asegúrese de que usted está viviendo lo que enseña. Mire la golosina en su propia mano antes de pedirles a otros que examinen las bolsas llenas de ellas que van cargando.
“La verdadera religión y las leyes de la salud van de la mano. Es imposible trabajar por la salvación de hombres y mujeres sin presentarles la necesidad de dejar a un lado las gratificaciones pecaminosas que destruyen su salud degradan el alma y evitan que la verdad divina impresione la mente. Debe enseñarse a los hombres y mujeres a considerar cuidadosamente cada hábito y cada práctica y poner a un lado de una vez aquellas cosas que causan una condición enfermiza en el cuerpo y proyectan una sombra oscura sobre la mente” (Estudios testimoniales sobre régimen alimenticio, pág. 193).
“Hemos de recordar que el hombre tiene un cuerpo así como un alma que salvar. Nuestra obra incluye mucho más que presentarnos ante la gente para predicarle. En nuestra obra hemos de ministrar a las enfermedades físicas de aquellos con quienes nos relacionamos. Hemos de presentar los principios de la reforma pro salud, impresionando a nuestros oyentes con el pensamiento de que tienen una parte que hacer para mantenerse sanos” (Evangelismo, pág. 193).
“Amado, Yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad” (3 Juan 1:2).
El tema de la salud y la forma de obtenerla y mantenerla es un punto álgido entre muchas personas. Algunos colocan toda su fe en la profesión médica, y viven y mueren bajo los auspicios de su médico familiar. Otros se vuelven exclusivamente a las hierbas y otro tipo de medicina alternativa para tratar sus enfermedades. Si se le añade el grupo de entusiastas en las técnicas de relajamiento, de los que toman suplementos de vitaminas y minerales y el que sigue las últimas novedades en el campo de la salud, es grande el potencial para la creación de una gran controversia.
¿No está usted contento de que Dios está muy por encima de la tormenta y nos sugiere paciente y tiernamente los sencillos principios de salud encontrados en la Biblia y en los escritos de Elena G. de White?
º No insista en una metodología o la otra, Dios puede utilizar con éxito tanto médicos como hierbas y otros métodos.
º Oriente y permita que las personas a su alrededor encuentren su propio camino hacia la salud óptima dentro de las pautas bíblicas.
º Anime a cada persona a aceptar los métodos de otros así como Dios acepta nuestras peculiaridades.
º Sea un ejemplo consistente de la vida saludable a favor de quienes miran hacia usted en busca de dirección.
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